Si te encantan las historias en las que algún misterio se esconde, entonces la historia del Monstruo de la Laguna de Tota es tu historia, porque hay quienes aseguran haberlo visto y la verdad es que aún no se sabe a ciencia cierta si esto es una leyenda o simplemente un mito urbano que proviene de la cultura muisca, solo sabemos que a través del tiempo se han documentado algunos casos en donde se habla de él. Hoy, quiero mostrarte una cronología importante que le ha dado vida a este personaje del que tanto se ha hablado, pero primero hablemos de este misterioso caso:
Cuenta la leyenda como un día Monetá, un viejo sabio de los Muiscas, imploró a los Dioses protección ante posibles desastres que asolaban su tierra, se postró ante la Laguna de Tota y dijo algunos conjuros, dicen que fueron tan fuertes que fueron capaces de abrir una puerta entre los hombres y el inframundo, entonces, estos penetraron hasta lo más profundo del abismo, de allí dicen que salió la gran serpiente humanoide negra, con cuernos y ojos brillantes, capaz de terminar en segundos con ejércitos de miles de hombres.
A diferencia de otros monstruos más conocidos en diferentes lagos del mundo, el de las aguas de Tota tiene su origen en la magia y conjuros, yo te voy a contar lo que a través del tiempo se ha dicho de este monstruo como si de una investigación de la CIA se tratara:
Año 1652
Doña Andrea de Vargas, juró haberlo visto y desde ese momento el rumor comenzó a crecer.
Año 1676
El sacerdote e historiador colombiano Lucas Fernández de Piedrahíta deja la siguiente constancia de un ser monstruoso en el lago de Tota: «Refiérese de ella que á tiempos descubre un pez negro con la cabeza a manera de buey y mayor que una ballena. Quesada dice que en sus tiempos lo afirmaban personas de gran crédito y los indios decían que era el demonio; y por el año de seiscientos y cincuenta y dos [1652], estando yo en aquel sitio, me refirió haberlo visto doña Andrea de Vargas, señora de aquel país.»
Año 1796
El explorador y diplomático Camilo Herrera Gaspard Théodore Mollien consignó en su libro El viaje de Gaspard-Théodore Mollien: “Al ir a Iza tenía el propósito de visitar el lago de Tota, que se encuentra un poco más arriba, pero en la misma dirección. Salí, pues, de Iza un poco antes del amanecer; La superstición no ha dejado de poblar esos lugares de espantosos prodigios: en efecto, el aspecto agreste de la región; las aguas suspendidas, por decirlo así, a una tal altura y siempre agitadas por el viento que sopla del Toxillo, páramo más elevado que el lago de Tota; la sustancia mucilaginosa, de forma ovalada, y llena de una agua insípida que hay en la arena de sus playas, todo propende a suscitar la extrañeza. Según el decir de las gentes de la región, el lago no es navegable; los genios maléficos habitan en sus profundidades, en moradas en las cuales, dicen, se ven los pórticos cuando uno se aleja de las orillas del lago hacía dentro, y hasta se ve, añaden, salir de vez en cuando de sus abismos un pez monstruoso que sólo se deja ver por unos instantes”.
Año 1852
El escritor, político, profesor y periodista colombiano Manuel Ancízar dejó consignado en su libro La peregrinación del Alpha por las provincias del norte de la Nueva Granada una referencia a las constancias del “diabloballena monstruo del lago de Tota”: “Tan autorizada quedó esta patraña del demonio de agua dulce que nadie se hallaba con valor para explorar el lago, del cual y de sus islas contaban lindezas peores que las de Piedrahíta, hasta que recientemente llegó por allí un inglés poco temeroso del diablo, y fabricando una balsa de juncos, abordó a la isla mayor, donde sostuvo una sangrienta batalla con los tímidos venados, que pacíficamente la poseían. A ejemplo del inglés entraron otros navegantes, en balsas y canoas, ocuparon las islas y desencantaron el lago, que hoy no tiene otros peligros sino los causados por las borrascas del páramo de Toquilla, cuando agitan las tres leguas cuadradas de superficie que ofrecen las aguas a la acción de los ventarrones.”
Año 1828
José Jerónimo Triana, libro Mitos, leyendas, tradiciones y folclor del lago de Tota: “Lo que quiere decir, con respecto a que lagos y lagunas eran los principales santuarios de los indios, que aquellas lagunas eran residencia de alguna sublime divinidad en estos sentimentales indios, quienes veían en ellas una providencia llena de encantos y misterios.”
Estamos a 2023 y este misterio aún no está resuelto, pues en las mentes de los habitantes de Boyacá aún sigue latente, y tú ¿Crees en el monstruo de la laguna de Tota?
Soy un viajero en el tiempo, llevo algún tiempo divagando solo, a veces viajo al pasado para sentirme acompañado, el problema es que aún no he podido estar en mi época actual, siempre estoy entre el pasado y el futuro y esta es la historia que les voy a contar:
Septiembre 28, 1346 D.C.
3:00 a.m.
Estoy en medio de la selva, no sé en qué parte me encuentro, solo sé que están muy cerca haciendo un ritual con fuego, no me atrevo a acercarme, porque no sé con qué me encontraré, soy cauteloso, observo y me mimetizo entre las ramas, son indígenas, pero no sé qué están haciendo ni en qué lengua hablan…
9:00 p.m.
Aún escucho tambores y sigo avistando el fuego, he estado más lejos buscando alimento y agua, afortunadamente estaba cerca de un lago grande lleno de islas donde pude bañarme y llenar mis cantimploras sin ser descubierto.
2:00 p.m.
No sé si este lugar logró descontrolar mi reloj, pero todo empezó a oscurecer, pero no como pasa normalmente, sino de una manera rápida, siento que el fuego de los nativos ha incrementado, al igual que los sonidos de los tambores, es como si supieran que algún evento fuera a suceder y yo soy el único que no me he enterado… corro lejos, lo más lejos que se pueda y mi instinto no me falló… justo en dirección opuesta a mi comienzo a ver bolas de fuego en el cielo, corro con toda la energía que tengo hasta que escucho una explosión en la distancia… la tierra tiembla y todo se cubre de humo. Una bola de fuego acaba de caer muy cerca de donde me encontraba. Caigo desmayado y aturdido.
Septiembre 30, 1346
9:00 a.m.
me despierto y todo me parece confuso, parece que hay cenizas por todo el lugar, no veo mucho y estoy un poco mareado, en la distancia solo puedo visualizar el asentamiento de aquella bola de fuego, ya sin estar prendida, es de gran tamaño, parece una roca enorme, solo quiero descansar un poco más.
Octubre 02, 1346
03:00 p.m.
Estoy alrededor de muchas personas, por sus vestimentas son nativos de la zona, todos están festejando pero cubiertos de polvo gris, yo estoy en una mesa, en el centro… esperen… yo soy el motivo de la fiesta, porque cuando levanto mi cabeza y trato de ponerme en pie, hay gritos de felicidad… esperen… yo no veía con la piedra, no soy un ser del cielo… ¿o tal vez sí?, en este momento todo es confuso para mí, lo único que estoy seguro es que yo vi un meteorito caer al igual que ellos y que estoy en un tiempo que desconocido.
07:00 p.m.
Un poco más ubicado ya creo saber dónde estoy y porqué estoy aquí, estoy en Colombia y si mi memoria no me falla, por el lago que vi cuando llegué, estoy en Guatapé y soy la única persona que puede describir la llegada del meteorito a este lugar, la famosa piedra del Peñol, no sé si llegó como un pedido a los dioses por parte de los indígenas o por el contrario fue una coincidencia, pero de lo que estoy seguro es que en muchos años han dicho que el meteorito es falso, yo lo vi caer, ahora solo necesito pruebas y las llevaré al futuro. (Todavía hay cosas que la ciencia no puede explicar).
10:00 p.m.
Me propongo regresar de nuevo al futuro, vamos a ver qué nueva aventura nos espera, llevo un poco de ceniza conmigo para que sea de nuevo analizada y crean un poco de mi historia ¿O saben porque quieren ocultar que la piedra del peñol es un meteorito?